La necesidad de validar a campo – Conecar. Nutrición Animal

La necesidad de validar a campo

Argentina, con una ganadería que durante 15 años solo tenía como meta atender el consumo interno de 40 millones de personas, no sabía de exigencias, cantidad, calidad y mucho menos de inocuidad. En solo 3 años, la cadena de ganados y carnes se encuentra con la oportunidad de ofrecer sus productos a 7 mil millones de personas.

El mundo decide. El comprador internacional exige y elige en función de su cliente. El productor extranjero, al ver amenazado su mercado, también demanda bienestar animal, cuidado del medio ambiente, su inocuidad y el uso responsable de medicamentos, entre otros. El nuevo consumidor solo compra productos que certifiquen sustentabilidad global.

Si no medimos, no hay chances. Si medimos y no hacemos nada, el problema sigue. Entonces, necesitamos medir, investigar, y validar a campo el potencial que América Latina tiene en materia de recursos disponibles y utilizables.

Las innovaciones permanentes que se desarrollaron en los últimos 20 años, nos llevaron a estar a la vanguardia de la calidad en todos sus conceptos,

Desde la estética, pasando por la disciplina, la responsabilidad, y confianza. Todas estas características pusieron a la vanguardia a varios establecimientos referentes de engorde a corral.

Esta “mejora continua” está generando nuevos desafíos en la ganadería, convirtiendo muchas empresas y generando centros de Investigación y desarrollo de cara a las próximas décadas. En Santa Fe, la firma Conecar ha creado un Centro de Validación Científico de Innovaciones que el mundo aporta a la actividad.

El desafío, forma parte del esfuerzo de muchas firmas pecuarias que proyectan las nuevas tecnologías y cimientan la próxima ganadería.

Estas experiencias, incorporan profesionales calificados y se mueven a través de convenios con instituciones como en INTA, Conicet, la Universidad Nacional de Rosario y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Todo apunta a una ganadería de precisión e innovación tecnológica.

El segmento, está incorporando sistemas telemétricos de medición de peso, que permitirán tener la información de cada animal de forma individual, evaluando en tiempo real. La identificación individual, será uno de los mayores avances que se aplicarán en la ganadería moderna.

Naturales y certificados. Se vienen paquetes tecnológicos basados en productos naturales, que reemplazarán antibióticos (monensina) y posibilitarán una mayor eficiencia de producción, junto a una mejor calidad e inocuidad de las carnes. “Sin duda, la sanidad animal del futuro, refiere a la salud humana”.

Argentina se abrió al mundo, generando una oportunidad extraordinaria para el sector, pero también puso de relieve la precariedad de protocolos y certificaciones básicas que el comercio internacional reclama.

Las barreras para-arancelarias que comienzan a levantarse a medida que abrimos nuevos mercados externos, obligan a repensar la próxima ganadería.

Brasil y Argentina, junto a Uruguay y Paraguay, son los países referentes llamados a ser parte de la solución de la seguridad alimentaria global. El Cono Sur es una de las regiones con mayores recursos del planeta y, por lo tanto, la producción sustentable de proteínas, además de ser un negocio es también una responsabilidad.

La “Ganadería de Precisión”, inició un camino virtuoso, que mediante la incorporación de Ciencia y Tecnología logrará aumentar la productividad. Así como lo logró la agricultura en los últimos tiempos.

La bioeconomía jugará un papel fundamental, la ganadería no será un eslabón perdido. Formará parte de una cadena que incluirá al agro, la industria tradicional, los biocombustibles y la biotecnología.

Entraremos en un terreno desconocido para el sector, una necesidad imperiosa de producir más proteína, hacia un mundo que reclama con lógica y sentido común.

La economía circular ocupará el centro de la escena. Muchas empresas, ya se anticipan para la próxima ganadería.

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