Feedlot: la tecnología argentina atrae a los empresarios euroasiáticos – Conecar. Consultora

Feedlot: la tecnología argentina atrae a los empresarios euroasiáticos

Una delegación de productores y técnicos de Rusia y Mongolia visitó las instalaciones Conecar.

En medio de un ciclo de moderada expansión y optimismo, el negocio ganadero argentino comienza a atraer la atención de empresarios extranjeros. Buena parte proviene de Europa del Este y los países que integraban la ex Unión Soviética, ávidos consumidores de tecnología agropecuaria local desde hace más de una década, cuando aceleraron su recuperación productiva.

Por estos días, una delegación de empresarios, técnicos y estudiantes de Rusia y Mongolia recorre la región pampeana en busca de intercambiar conocimientos y negocios, coordinados por la empresa Teknium, especializada en la vinculación entre los países euroasiáticos y Argentina. Una de las paradas centrales fue el feedlot de Conecar en Carcarañá.

El establecimiento que fundó hace 35 años Roberto Guercetti, es uno de los que está a la vanguardia en el país. Tanto es así que al feedlot con capacidad de 10 mil cabezas en Carcarañá y a sus dos plantas de producción de alimento para ganado, sumaron como divisiones un servicio de consultoría que opera en todo el país, y el departamento de Investigación y Desarrollo, Conecid.

Recorriendo los corrales de engorde y los que se utilizan con fines de investigación estaba hace poco más de una semana Lkhaga Cihmbait, un productor de la zona de Gatsuurt, Mongolia, un país en plena expansión agropecuaria que comparte fronteras entre Rusia y China.

Lkhaga es un productor de magnitud. Según él mismo comentó, posee un millón de hectáreas en el campo que alguna vez vio galopar a Genghis Kahn. No es el caso típico en aquella zona, donde la mayoría de los establecimientos son pequeños. El clima, explica, no es el mejor. En invierno hace 25 grados bajo cero.

En su establecimiento produce trigo y soja pero también carne y leche. “Nuestro objetivo principal es aprender sobre siembra directa y sobre alimentación del ganado, especialmente sobre el mayor aprovechamiento de la soja y maíz en la nutrición animal”, dijo, al tiempo que consideró que la tecnología agropecuaria argentina es bien valorada en su región porque la consideran muy avanzada.

Carlos Cesari, uno de los integrantes de Teknium, ratificó la avidez de vinculación tecnológica que existe en el agro rudo y de los países que integraban la URSS. Su historia personal lo conectó hace más de una década con ese mundo, cuando llegó como ejecutivo de la fábrica de sembradoras Gherardi. Eran tiempos de pioneros en las relaciones comerciales con un sector que empezaba su reconversión.

“El punto de ingreso fue la maquinaria agrícola, de la mano de la intensificación en la agricultura y las técnicas conservacionistas”, recordó. Pero explicó que el intercambio se fue extendiendo a otras áreas. La empresa que integra opera como broker, acercando a las partes de ambos mundos y facilitando las gestiones ante organismos oficiales. Están vinculados, por caso, con el Consejo Empresario Argentina Rusia.

La transferencia de tecnología y la consultoría en materia de alimentación del ganado aceitó la relación con Conecar. Sergio Battisti, gerente general de la empresa, recordó que hace un año viajaron a Rusia junto a Guercetti para conectarse con empresarios de ese país. Uno de ellos, el titular del mayor tambo del mundo. “Vemos un potencial en ese país, sobre todo en el tema de asesoramiento y consultoría”, señaló.

Recordó que la empresa tiene una política de puertas abiertas a estos intercambios. “Acá vienen de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, países sudamericanos y de Europa del Este”, indicó. El servicio de consultoría es una de las divisiones mapas nuevas de la empresa, y actúa “en todas las provincias del país”.

Conecar, subrayó Battisti, es una empresa destacada en la innovación. Recientemente elevaron el perfil institucional de su área de investigación y desarrollo con la creación de Conecid, a través de la cual estrecha relaciones con organismos científicos y universidades.

“Una fortaleza que tenemos es que siempre estamos experimentando”, señaló Y puso el caso de la recría, con la que empezaron en 2014. “Durante muchos años fue el eslabón perdido del negocio ganadero”, recordó. Hasta que el destete del ternero para ser recriado a pasto comenzó a volver con la búsqueda de mandar a faena animales más pesados. “Cuando el sistema explotó en 2016, ya estábamos preparados”, aseguró. El feedlot de Carcarañá tiene capacidad para 2 mil cabezas destinadas a recría.

Battisti destacó que la ganadería está en un ciclo de “optimismo” y consideró que el sector está ante “una década de oportunidades”. A nivel externo, destacó la presión de la demanda de China y la estabilidad del mercado europeo. También una intención de producir animales más pesados y de planificar más los planteos productivos.

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